Una aliada de la salud: dieta antiinflamatoria

Hoy en día, la nutrición se considera algo más que una recomendación genérica en la consulta del médico especialista. Existen regímenes alimenticios terapéuticos que ayudan a mejorar enfermedades crónicas o adquiridas. La dieta antiinflamatoria es una de ellas. Esta regula los procesos irritativos, sean por condiciones de nacimiento o enfermedades variadas.

De esta manera contribuyen a que el organismo sane por sí mismo o con ayuda de medicamentos, pero siempre generando las condiciones óptimas para tener una mejor salud.

En este artículo se desentrañarán los mitos y realidades de la dieta antiinflamatoria y cómo es aliada de la salud de millones de personas en todo el mundo.

La dieta antiinflamatoria es adecuada para las personas con enfermedades crónicas o adquiridas que desean mejorar su estilo de vida. Tal es el caso de quienes tienen hipertensión, cardiopatías isquémica, diabetes, enfermedades autoinmunes, gastritis, artritis, lipedema, demencia, algunos tipos de cáncer y problemas variados en las articulaciones.

Lo importante antes de empezar esta o cualquier otra dieta es contar primero con la valoración de uno o varios especialistas que tracen el plan a seguir.

Dieta antiinflamatoria: alimentos prohibidos

El siguiente listado contiene los alimentos prohibidos en la dieta antiinflamatoria y que ayudará a las personas a tener una mejor calidad de vida aliviando sin medicación o con mínima cantidad de ésta los síntomas y signos de las enfermedades antes mencionadas.

Todo tipo de piezas de pan de bollería industrializada. Esto incluye panes no integrales, galletas, pastelería variada, bollos y helados.

Los aceites y grasas vegetales refinadas como la soja, el girasol y el maíz.

Los aperitivos o chucherías empaquetadas como las patatas fritas, snacks salados, dulces o saborizados y gusanos, entre otros.

Comida chatarra o pre preparada como pizzas, hamburguesas, nuggets, palitos de queso o pescado, frituras, etc.

Todo tipo de bebidas azucaradas como los refrescos y zumos envasados. Además de los  batidos con azúcares añadidos, aunque sean en casa y con frutas frescas. Deben tomarse sin azúcar.

Harinas blancas como la pasta y el pan.

Todos los alimentos empaquetados con azúcar y sus derivados. Entran aquí los caramelos y diversas golosinas.

Embutidos y carnes procesadas.

Carnes rojas como la de res, cerdo y/o cordero.

¿Cuál debe ser el menú diario de la dieta antiinflamatoria?

Las comidas diarias deben incluir los siguientes componentes:

Omega-3. Estos ácidos grasos están presentes en los pescados llamados azules como el atún, las sardinas, los boquerones, los arenques, la caballa y el salmón.

Asimismo, se encuentran en las semillas de chía, lino o de cáñamo, las verduras de hojas verdes y los frutos secos con énfasis en las avellanas y nueces.

Los carotenoides están contenidos en la zanahoria, naranjas, remolachas, calabazas y en el boniato o patata dulce.

Los licopenos dan el color rojo a algunos frutos como fresas, moras, tomates, frutos del bosque o sandía.

Las antocianinas que se encuentran en frutos morados o lilas como los arándanos, las berenjenas, las uvas y las moras.

Grasas saludables y no saturadas del aguacate, los pescados azules, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra.

Todas las proteínas de origen vegetal como legumbres y/o leguminosas.

El selenio que es un mineral necesario para el organismo y que está en los cereales integrales, legumbres como judías, brócoli, lechuga, así como en la mayoría de los pescados y frutos secos.

La miristicina una proteína presente en el perejil, la nuez moscada, las zanahorias y el eneldo

La clorofila está presente en los vegetales verdes en su totalidad como espinacas, guisantes, lechuga, alcachofas, judías, acelgas, berro y brócoli, entre otros.

La luteína que se consigue en el maíz, la col rizada, la yema de huevo, las uvas y el calabacín, entre otros alimentos.

La quercetina de las manzanas, té verde, bayas y cebollas, entre otros vegetales.

Dieta antiinflamatoria para enfermedades autoinmunes

La dieta autoinmune, también conocida como protocolo nutricional autoinmune, es un plan alimenticio que puede ser eficaz para aliviar los síntomas causados por algunas de estas patologías.

Existe una gran variedad de enfermedades autoinmunes. No se trata de una sola patología y todas tienen diversas etiologías. Algunas de ellas son la diabetes, la esclerosis múltiple, el lupus en sus diversas versiones, la artritis reumatoidea, el colon irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal.

Todas estas enfermedades se producen o se originan cuando el propio sistema inmunitario de las personas, que se supone que deben protegerlas, ataca por error genético a una parte específica del cuerpo, a varios órganos o a todos en diversas fases del desarrollo.

Se desconocen las causas exactas de muchas de ellas. Diversas investigaciones médicas y científicas las atribuyen a múltiples factores.

Este comportamiento anormal de las defensas del cuerpo podría estar causado por la genética, la edad, el estrés, la exposición a sustancias químicas, el estilo de vida (ingesta de alcohol, drogas o tabaco, mala alimentación, etc.) o las infecciones ambientales.

Dentro de este esquema multifactorial está la dieta, sobre todo la moderna y occidental, que abusa de azúcares, sal, grasas, conservantes y colorantes, así como el consumo de tabaco y alcohol.

Todos estos alimentos o sustancias (prohibidas en la dieta antiinflamatoria), pueden aumentar el riesgo de desarrollar o empeorar algunas de estas patologías.

En este sentido, los expertos abogan por estudiar cada caso y patología en particular y ofrecer un protocolo de alimentación para cada uno de ellos.

No obstante, el esquema de la dieta antiinflamatoria encaja a la perfección en lo que debe comer una persona con cualquiera de las patologías mencionadas.

En todo caso, el médico tratante proporcionará la ayuda adicional para cada paciente.

Dieta antiinflamatoria para la lipedema

El lipedema es la acumulación anormal de grasa en diversas partes del cuerpo. Por lo general, las dietas para las personas con tejido adiposo de más, suelen ser bajas en calorías, ricas en proteínas, con cantidades controladas de azúcares y carbohidratos y consumo de frutas, verduras y legumbres.

Es por esto, que la dieta antiinflamatoria se adapta a las personas con lipedema. Hay que consultar al médico o nutriólogo las cantidades y porciones y la necesidad alternativa de una rutina de ejercicios para que la piel no quede flácida a medida que se disuelve la grasa.

Dieta antiinflamatoria para la gastritis

La gastritis es una patología que ataca al estómago. Sucede cuando se come o bebe sustancias que irritan las paredes de este órgano. Los refrescos, conservantes de los enlatados, los embutidos, los panes procesados, las pastas, el alcohol, los colorantes y algunos cítricos entran en este grupo de cosas que la originan y agravan.

También tiene que ver con el estrés y la ansiedad. Pero, al comer los alimentos sugeridos en la dieta antiinflamatoria se alivian los síntomas y, en la mayoría de los casos, no será necesaria una medicación adicional.

Dieta antiinflamatoria para las articulaciones

En muchas enfermedades autoinmunes, las articulaciones sufren deformación, molestias o, incluso, fuertes dolores.

La clorofila, las proteínas de origen animal del pescado, así como el selenio y magnesio de los frutos secos y otros vegetales y legumbres, contribuyen a aminorar los daños que causan en las articulaciones no solo las enfermedades, sino el desgaste natural propio de la edad.